Baek Sehee, directora de redes sociales en una editorial, lleva toda su vida lidiando con una extrañeza que no sabe cómo nombrar y que la lleva a buscar ayuda. 'Quiero morir, pero también comer tteokbokki' recoge transcripciones de 12 sesiones de terapia intercaladas con microensayos donde reflexiona sobre lo aprendido y sobre cómo evoluciona, o no, su distimia (muy resumidamente, y aunque algo simplista, una versión leve de la depresión). Me llamó el parecido del título con el de 'Lágrimas en H Mart', pero nada que ver con esta. Ha sido una lectura muy interesante por el formato conversacional y por todo lo que toca: las expectativas incapaces de cumplir consigo misma, la necesidad de mentir para gustar a los demás pero a la vez juzgarles constantemente... La distimia tiene tantas manifestaciones en la autora que es difícil seguirles el ritmo. Creo que puede ser un buen resumen de muchos impactos que tiene la sociedad actual en la salud mental de mi generación y las posteriores, al empujarnos a la perfección, a ocultar y repudiar nuestras carencias, a que nada, por bueno que sea, nos parezca suficiente. Esto, sin duda, ayuda mucho a empatizar con ella. Creo que es un ejercicio muy valiente el exponerse de esa manera, aunque las sesiones me han sabido a poco y me da la sensación de que ha suprimido deliberadamente cuestiones que ayudarían a comprenderla todavía más. Para mí, el libro gana puntos con el epílogo y la nota del psiquiatra. Pero el apéndice, una colección de textos breves donde mezcla muchos temas, me ha resultado confuso y no me ha ayudado. Los hubiese entendido mejor dentro de los ensayos que introduce tras cada sesión. Para concluir: ¿me ha gustado? Sí. ¿Me ha desconcertado? También. ¿Entonces? Para mí, termina demasiado pronto, y creo que su mejor valor es que ayuda a ver cómo la salud mental es cíclica, y que por mucha ayuda que se pida, no es una carrera en línea recta: también se vuelve hacia atrás, y no pasa nada por ello. + Leer más |