Sin duda me ha sorprendido. Una sociedad “matriarcal” o eso es lo que parece, porque si empezamos a escarbar en sus historias, en su realidad, hay dolor, sufrimiento, desilusión, desigualdad, apariencias. La autora coge como base a las haenyeo, buceadoras que surcan los mares en busca de alimentos y cuyo legado está desapareciendo. Es un libro sorprendente, que nos muestra una sociedad que desconocía y, a pesar de la dureza, engancha y también reconozco que el final me ha emocionado un poquito. Una lección que nos da es: nos juzguemos, no nos basemos en ficciones y no esperemos a que sea demasiado tarde.
|