La isla de las mujeres del mar

Este es un libro que puedo decir que encontré bueno, interesante, recomendable, pero estuvo lejos de causarme esa fascinación y emotividad que parece haber causado a muchos lectores.
Es un libro bien escrito, con una narración amena, una prosa que invita a la lectura, es un libro que nos permite principalmente dos cosas, la primera conocer un modo de vida único, la de las mujeres buceadoras de Jeju, una isla coreana, las hanyeo son una cultura única en el mundo, una forma de vida considerada patrimonio de la humanidad, una cultura propia de una isla coreana que tiene su propio dialecto y sus propias costumbres distintas a la Corea continental
En ese sentido el libro nos abre los ojos respecto a cuántas formas de vida hay en el mundo, de las cuales o conocemos muy poco o nada.
Es un libro que abarca varias generaciones y siguiendo la vida de dos amigas buceadoras durante varias décadas, desde la década de 1940 en adelante hace un repaso bastante sucinto y superficial de la historia de Corea, dije superficial, no crean que eso es una crítica negativa, al contrario es un acierto de la autora, sobre todo considerando que la voz de la narradora pertenece a una mujer que no tuvo escolaridad, que desde niña tuvo que trabajar para mantener a ella y los suyos y que tuvo que adaptarse a los grandes acontecimiento históricos que iban golpeando a su país y a su isla con el objetivo de seguir viviendo.
El libro no es una novela histórica , pero si sigue la línea de la historia de Corea durante más de 70 años, y como esa historia va marcando la vida de la protagonista y a través suyo la de otros habitantes de la isla, y en especial a la forma de vida de las hanyeo .
La novela pone énfasis en momento muy oscuros de la historia de Corea, en la ocupación japonesa, las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial la represión anticomunistas, la censura, las violaciones a los DDHH, los crímenes, las desapariciones, la negación sistemática, y como estos hechos van separando a las familias y las personas en víctimas y victimarios, en traidores y traicionados.
Pero creo que en esto la autora no logra la necesaria profundidad, es más un repaso, un repaso bueno, pero un repaso al fin y al cabo.
La novela también nos muestra como las nuevas generaciones van asumiendo estos hechos, y como también la modernidad y el progreso muchas veces va haciendo que se pierdan las antiguas tradiciones.