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Crítica de Ros


Ros
11 June 2023
Un libro que me ha encantado, aunque el tema es melancólico y requiere ciertas dosis de tranquilidad y sosiego para leer con atención los temas sobre los que se asienta esta historia, ya que en realidad, trata sobre el desarraigo, la desesperación, la pérdida y la muerte.

Sin embargo, es una excelente obra en la que nos vamos a encontrar con cuatro vidas extraordinarias y sus recuerdos, todos ellos exiliados por el régimen nazi, y narrado con una prosa envidiable.

Cuatro personajes, cuatro judíos emigrados, y de aquí un título Los emigrados, que no deja lugar a dudas, cuatro judíos expulsados de su país y que sucumbirán, ya en su vejez, y siempre desconsolados. Pero en los que podemos encontrar también, lo que supone una experiencia colectiva sobre el exilio y la pérdida de tu patria.

En este sentido, a mí me ha hecho recordar al gran escritor Stefan Zweig que sufrió igual destino.

En realidad, a partir de las vidas desarraigadas y el pasado de estos cuatro personajes, ahora veremos de quienes estamos hablando, también se nos va insertando la vida, la biografía o mejor dicho, la autobiografía del propio escritor, parece que Sebald, se describe a sí mismo, eso es lo que podemos inferir ya que la vida entrelazada con las demás vidas contadas por el narrador en primera persona, se ajusta a la del propio escritor.

Un escritor que nos dejó grandes y maravillosas novelas que intentaré seguir leyendo, ya que son obras excepcionales, obras maestras en las que acompañadas de una prosa poética admirable, nos relata siempre de forma original historias que nos roban el alma.

Y es que ahora también estoy leyendo Austerlitz, otra de sus extraordinarias y hermosas novelas.

Lo peor de todo es que W. G. Sebald murió en el año 2001, en un accidente automovilístico.

Pero veamos la relación de su vida con los hechos que va narrando e intercalando en esta novela, Sebald nació en Wertach, Alemania, vivió en Suiza y más tarde en Inglaterra, además fue profesor en Norwich, hechos que quedan reflejados en esta obra , además de incluir el sufrimiento que siente ante el destino de estos hombres, por los que siente un profundo interés y a los que admira y entiende perfectamente.

Admirado y ensalzado por muchísimos escritores que han dejado sus sensaciones , sobre, precisamente, esta gran obra, como lo hizo Susan Sontag, diciendo que este libro roza lo sublime, entre otras hermosas calificaciones.

Y, sí, verdaderamente, es un libro extraordinario, es un libro emocionante, es un libro capaz de mostrarnos con calidez asombrosa y veracidad, la vida de cuatro personas que tuvieron que abandonar Alemania y vivieron como el destino les permitió, tuvieron grandes e importantes momentos en sus vidas, también trabajos, pero realmente, ¿llegaron a ser felices?.

Hagamos un breve recorrido por sus vidas , recorramos su pasado, son las vidas de Henry Selwyn, de Paul Bereyter, de su tío abuelo Ambros Adelwath y de un pintor y amigo Max Ferber, todos ellos son los judíos emigrados y en el orden citado , emigraron y vivieron en Norfolk, en Austria, en Estados Unidos y en Manchester.

Vamos con Henry Selwyn, un magnífico personaje, al que el narrador conoce en unas vacaciones con su esposa y que nos introduce en su mundo, un mundo particular en el que Selwyn se siente incapaz de ordenar sus recuerdos, ni siquiera podrá controlar sus emociones, por lo que no será feliz, no encontrará la paz interior.

Pero sí explica que tuvo un momento amable, un momento inolvidable al lado de un guía de montaña suizo. Serán sus recuerdos y sus evocaciones las que le llevarán a través también de su mentira, ocultando su origen a su esposa, por rutas de confusión que ya no podrá distinguir hasta llegar a su final, siempre buscando y anhelando la muerte.

El segundo personaje al que acompañamos es Paul Bereyter, un antiguo maestro de primaria del narrador, que se libra de la deportación nazi , porque no es un judío total, pero esto no evita que sea expulsado del cuerpo docente.

Será movilizado por la Wehrmach y como soldado de artillería motorizada participará en la segunda guerra mundial.
Al término de la guerra, recuperará su puesto de trabajo y dará clases admirables que nada tienen que ver con el método tradicional.

Más adelante sufrirá profundamente por el hecho de sentirse alemán, a la vez que se rebela contra la nación que fue capaz de llegar hasta la violencia y el horror de los campos de concentración como el de Auschwitz, a la inmensidad de personas que en ellos murieron.

Motivado por esta desazón, abandonará la enseñanza y leyendo a los escritores que coincidieron en la elección de quitarse la vida, irá preparando el terreno para poner el final a su existencia.

Respecto al tercer personaje, Ambros Adelwart, un emigrante alemán, tiene la peculiaridad de que se trata del tío abuelo del narrador y como tal, reconstruye su vida partiendo de la propia familia.

En este apartado, nos describe a un personaje que convertido en criado de plena confianza de una aristocrática familia norteamericana, viajaremos con él en compañía de su compañero , el joven Cosmo, al que le une una relación más importante que la de ser su servidor.

Y nos trasladaremos con ellos por infinidad de países recorriendo los paisajes del desierto, así como las esplendorosas ciudades. Sin embargo, el final de Ambros, cuando ya le llega la vejez, es bastante descorazonador, sufriendo una inmensa melancolía, se internará en un psiquiátrico y su cerebro sometido a las durísimas sesiones de electrochoque, será aniquilado. Muy fuerte este episodio.

Y, por último, nos hallamos ante un pintor, Max Ferber, al que el narrador conocerá en Manchester después de llegar hasta su estudio casi por casualidad. Se trata de un artista bastante perfeccionista pero que más adelante, alcanzará la fama y el reconocimiento.

En este caso, nos encontramos también con un judío, que perderá a sus padres en el exterminio nazi, consiguieron un visado para su hijo, pero cuando sus padres intentaron salir de Alemania, no pudieron hacerlo.

Al narrador le fascina este personaje y por lo tanto, para llegar a conocer su vida a fondo, viajará hasta la localidad donde vivía su familia, y visita el cementerio judío, que sólo es un conjunto de ruinas, pero también podrá leer los nombres de la familia de Ferber en las piedras.

Aunque descubrirá con pesar, una actitud de sus compatriotas alemanes que le disgusta por lo que decide volver cuanto antes.

En los cuadros de Ferber se percibe ese sentimiento de una comunidad judía exterminada por los nazis.

Más adelante conseguirá volver a verlo , cuando ya estaba enfermo e ingresado en un hospital.

Estas historias , que componen el libro lo que recrean son experiencias sobre la emigración obligada y son relatadas con la intención de restituir el recuerdo de tantas víctimas que murieron bajo el nazismo.

Por otro lado, es muy interesante comprobar que la escritura, que las descripciones en las historias contadas, muestran una intensa relación con los paisajes que son intensamente descritos, siempre respiramos a través de ellos, de los montes, los árboles, los caminos, las montañas, las flores y hasta las piedras gozan de protagonismo.

Y junto a todo ello , también tenemos las fotografías de los paisajes, de los personajes, de los lugares que va nombrando, de las casas … incluye manuscritos, dibujos, billetes de tren y otros documentos. Una constante en la obra de Sebald.

Y en cuanto al estilo formal, pues podamos hablar de una excelente obra que roza el diario, el ensayo, la novela e incluso el libro de viajes. En todo caso una excelente obra.

Buenísima lectura, voy a por más.
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