Samanta nos presenta a los Kentukis, una suerte de robot controlado por una persona que, sin embargo, pertenece a otra. Nos adentra en lo que son y su funcionamiento a medida que vemos a los distintos personajes del libro utilizarlos, algo muy inteligente porque yo no soporto las páginas de explicaciones técnicas que se presentan en algunos libros (especialmente de ciencia ficción y fantasía) para que puedas entender la historia que les sigue. La estructura del libro también ayuda a este propósito; son capítulos cortos que van saltando a unos y otros personajes, manteniendo inicialmente la confusión y la tensión, para después empezar a mostrarte las posibilidades de esos bichitos. De primeras me recordó bastante a la serie Black Mirror, ya que desde el primer capítulo se hace evidente que estas ante un libro que explora las consecuencias de la tecnología, de la constante conexión a internet, del anonimato y, en definitiva, de lo que se ha convertido en nuestro día a día. La premisa me parece interesante, lo que la mejora es el despliegue de personajes. Son increíblemente variados, y cada uno se adapta (o no) a la existencia de este nuevo “juguete” como puede. Este ha sido mi segundo experimento con el audiolibro, pero apostaría a que es una lectura fluida y sencilla, sin florituras ni alardes de genialidad. Simplemente un entretenimiento del que puedes sacar conversaciones interesantes o reflexiones personales que te hagan replantearte algunas de tus actividades diarias. Yo lo veo, sobre todo, como una llamada de atención ante la pérdida total de privacidad que permitimos y fomentamos como sociedad. |