Una obsesión perversa

El tercer libro que me leo de V.E. Schwab y la verdad, me ha gustado bastante.

La historia comienza de una manera un poco particular ya que no tenemos ninguna clase de contexto sobre el porqué de esa situación,sin embargo al ir avanzando en la historia,vemos cómo ésta se divide de varias maneras para darnos más contexto tanto de ese comienzo tan extraño, como del resto de la historia.

Gracias a esta puesta en contexto de Schwab comprendemos que la historia se trata de unos ex estudiantes universitarios llamados Víctor y Eli,los cuales serán nuestros protagonistas en esta historia.

A nuestros protagonistas les llega el momento de realizar su tesis. A partir de ahí la trama de la historia comienza a ponerse interesante y es que nuestros protagonistas comienzan a interesarse sobre la adrenalina, las experiencias cercanas a la muerte y los traumas,pero,¿que pasa si la tesis pasase de lo académico y lo teórico a lo experimental?

Pasados diez años la historia de estos dos protagonistas continúa. Víctor ha escapado de la cárcel y Eli está erradicando a toda persona que posea superpoderes. Ambos, sedientos de venganza y trataran de buscarse entre ellos y ver quién queda el último en pié.

Me ha gustado mucho esta lectura,es sencilla, rápida de leer y muy entretenida gracias a la pluma de Schwab.

Los personajes están muy bien construidos y nos ponemos en la piel de la mayoría de personajes que forman parte de la historia,lo que me ha maravillado, permitiéndonos así, sumergirnos en sus pensamientos,sus sentimientos y sus maneras de pensar, cada cuál más diferente que la anterior.

Es una historia en la que no he percibido apenas altibajos,la historia tiene un muy buen ritmo que hace que nos enganchemos y no podamos soltar el libro desde que comenzamos a leer las primeras páginas. Con un final que te deja con absolutas ganas de más.

Una historia muy curiosa que no había leído anteriormente en la que no sabes verdaderamente quien es el villano y quien es el héroe o si hay un héroe siquiera.

Sin duda leeré la segunda entrega de esta bilogía.