La ciudad de los fantasmas

En este libro de Victoria Schwab se nos presenta la historia de Cass, una chica adolescente, solitaria, amante de la fotografía y que puede detectar fantasmas y comunicarse con ellos. Nos explica que desde el día que prácticamente murió al caer a un río se encuentra entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Es por esto que su mejor y único amigo es Jacob, el fantasma de un chico de su edad que le salvó la vida. Ella puede cruzar “el velo”, la fina capa que separa ambos mundos, y descubrir por su ciudad la historia de diversos fantasmas con su cámara y con Jacob, aunque no siempre disfrute de estas capacidades. al llegar el verano está ilusionada porque por fin va a poder desconectar de los fantasmas, pues su familia veranea en una casa curiosamente tranquila en ese aspecto, pero sus planes se tuercen cuando sus padres le dicen que van a tener que pasar el verano en Edimburgo.

Sus padres son escritores de novelas sobre fantasmas y temas sobrenaturales y, aunque no creen en ello, trabajan mucho sus historias y estas son muy famosas. Por este motivo, se les ha pedido que graben un programa de televisión viajando por las distintas ciudades más embrujadas del mundo, justo todo lo contrario a los planes de Cass. de este modo, parten hacia allá Cass, sus padres, su gato y Jacob. Nada más llegar allí Cass puede notar la atmósfera cargada y la presencia de muchos fantasmas, y a lo largo del libro va descubriendo nuevas historias sobre la ciudad y viviendo aventuras junto a Jacob y Lara, una chica que conoce allí con sus mismas capacidades.

Se nos presenta así la ciudad de Edimburgo descrita con mucho detalle y muy bien ambientada, haciendo que te pongas en situación mientras lees la historia, de hecho, trae al principio una leyenda de la ciudad y los sitios que visitan. Me ha gustado mucho la personalidad fuerte e independiente de la protagonista y también su relación con Jacob, con el que pasa prácticamente todo el día y que puede leer sus pensamientos, por lo que muchas veces cuando Cass nos está narrando algo en primera persona o nos cuenta lo que esta pensando se abren diálogos en los que Jacob interviene, se queja, o discrepa sobre lo que nos cuenta. Encuentras algunos toques de humor como estos por el libro y creo que es algo positivo en combinación con los momentos de suspense. Finalmente, creo que aunque este libro va dirigido a adolescentes puede disfrutarse a cualquier edad y no resulta infantil, al estilo de Pesadilla antes de Navidad o Los mundos de Coraline.