La ciudad de los fantasmas

Los padres de Cassidy son respetados investigadores paranormales reconocidos a nivel mundial gracias a los libros que han publicado. Su madre es más creyente de todo lo paranormal y espiritual mientras que su padre es más escéptico y prefiere indagar en lo histórico, está mezcla entre ambos es lo que les ha dado tanto renombre, razón por la cual ahora grabaran un programa visitando los lugares más embrujados de todo el mundo. Pero aunque sus padres son inminencias en el tema, ninguno de ellos ha visto en realidad un fantasma con sus propios ojos, de hecho ninguno de ellos saben que su propia hija es capaz de verlos y cruzar el velo hacía el mundo de los fantasmas.

Y es que Cassidy fue parte del mundo de los fantasmas cuando tuvo un pequeño accidente en su bici, pero ella regresó al mundo de los vivos sólo que ya no era normal para nada, sino que a partir de entonces es capaz de sentir y ver a los muertos.
La gente cree que los fantasmas solo salen de noche o en Halloween, cuando el mundo está oscuro y las paredes entre este y el otro lado se difuminan. Pero la verdad es que los fantasmas están por todas partes. En los muebles del pan del supermercado, en el jardín de tu abuela o en el asiento delantero del autobús. Que no puedas verlos no significa que no estén ahí.
Después de haber leído la bilogía “Los monstruos de Verity” supe que debía leer todos los libros de Victoria pues de verdad quedé maravillada con la forma en la que mezcla oscuridad en sus historias y los personajes rotos y reales que nos presenta, así que básicamente comencé a leer este libro sólo por eso y al final me agradó, sí, pero también creo que es un libro bastante sencillo.
Eso más que nada se debe a que el libro es middle grade, o sea que está pensado para un público mucho más infantil, así que es entendible que la trama y los personajes sean mucho menos complejos que lo que había leído hasta ahora de la autora.

Aún con ello la historia me ha gustado y creo que está muy bien pensada para el público al que esta dirigido. Tenemos a una protagonista valiente y una historia corta y concisa que hacen que la lectura sea muy pero que muy sencilla. Aún así la autora se toma el tiempo de describirnos a la perfección la ambientación de su historia, a tal grado que es sencillo imaginarse las calles de Edimburgo y los fantasmas que habitan en ellas.
Hay una diferencia entre querer quedarse y tener mucho miedo de irse.
En resumen “La ciudad de los fantasmas” es una novela que aunque está pensada para niños, rompe la barrera de la edad y dejará con un buen sabor de boca y uno que otro susto a chicos y grandes.
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