Conjuro de luz

El final de Concilio de Sombras te deja sin aliento, y así también comienza este libro. Sin demorar un segundo en introducciones, Schwab nos mete de lleno en la historia y en un subibaja de tensiones y emociones por partes tediosas, por partes emocionante.

En este libro, tenemos muchas voces. Me encantó esta visión de distintos personajes por fuera de los principales: el rey y la reina, Alucard, Holland, el Londres Gris y hasta Osaron. Esto nos permite conocer en profundidad personajes que en libros anteriores quedaron relegados, como por ejemplo, Maxim y Emira, de quienes conocemos más sobre sus personalidades y sus pasados.

Los personajes en sí mismos son tema aparte. Se nota la madurez de cada unx y la aceptación de su papel en la historia, eso me encantó y está muy bien logrado. No son momentos de héroes, sino de mujeres y hombres que luchan por el bien, la vida, su ciudad, el amor y la amistad. Dejando de lado a Kell y Lila que son todo lo que está bien en esta trilogía (😍), Rhy se ganó un lugar en mi corazón.

En mi opinión, si bien por momentos se hace pesado, no creo que sea un tema de cantidad de capítulos, sino escenas o situaciones que hace tediosa la trama y la conclusión de los personajes. Pasa absolutamente de TODO, pero no en el buen sentido. Por un momento, sentí que estaba leyendo Una Serie de Catastróficas Desdichas (?) Situaciones descabelladas o que no tienen sentido, como un hecho en particular que afecta a Kell y Rhy que sale un poco de la nada. Llegué al punto de necesitar terminarlo por terminar, por sacarmelo de encima más que por querer saber que sucedía.

Los últimos capítulos son TREMENDOS, sin dejar de pasar cosas constantemente. El final me gusto, pero al no disfrutar la historia como me hubiera gustado, me dejo un sabor amargo.