Me gusto mucho, fue una lectura amena y hubo momentos en los que solté unas lágrimas. Tiene unas frases preciosas y las dos historias son bonitas, tristes y tiernas. El concepto de la escultura me parece preciosa y más que Sastre es hábil con las palabras, no sólo para describir también para los sentimientos sin que suene cursi y hace que uno como lector comparta con ellos o por lo al menos, entienda. Si buscas una lectura corto, pero que toque fibras de tu corazón este es tu libro. Si te gustan las historias con dos protagonistas, también lo es. |