Una corte de hielo y estrellas

Una corte de hielo y estrellas nos cuenta cómo Feyre y Rhysand junto a su familia, están preparándose para el solsticio de invierno. Aún están recuperándose de la guerra, pero poco a poco van acostumbrándose a esta nueva vida.

Es una novela en la que la trama no es como estamos acostumbrados, no pasa gran cosa ya que el objetivo es hacer de puente entre la trilogía principal y la siguiente que viene. Hay dos puntos de vista principales, el de Rhysand y el de Feyre, pero también hay algunos en tercera persona de otros personajes como Cassian, que nos permite conocerlo más. También descubrimos más sobre el pasado de Mor.

Una de las cosas que más me han gustado del libro ha sido la importancia que se le da al arte. Vemos como Feyre usa la pintura para ayudarse a ella y a los demás. Ha sido muy interesante ver como es el día a día de los personajes que ya conocemos, sus trabajos y pensamientos. En esta historia lo que más resalta es la relación entre Cassian y Nesta, Sarah nos prepara para lo que vendrá en el siguiente libro y la verdad es que tengo ganas de leer más sobre ellos.

No hay gran cosa que decir, solo que si estáis esperando que sea un libro que continúe donde lo deja el final del tercer libro no es exactamente así, no hay acción, ni guerra ni batallas, solo el día a día de los personajes que ya conocemos y que podemos comprender un poco más en este spin-off pero no es absolutamente necesario para la historia principal.

Otra de las cosas que me han gustado ha sido el final, ver a Rhys y Feyre otra vez en esos momentos tan íntimos que hay entre ellos, en los que se entienden con solo mirarse; ha sido bonito poder reencontrar a los personajes así y saber más sobre lo que quieren y su futuro juntos.

En definitiva Una corte de hielo y estrellas es un libro muy ligero y fácil de leer, que sirve para aliviar la espera hasta el cuarto libro. No pasa nada importante y es imprescindible en la historia pero nos sirve para comprender lo que está por venir.