Estación de tormentas

"Guardaos de los desencantos, porque engañan las apariencias. Tal como aparentan ser, son las cosas raramente."

Una gran frase de esta novela que representa los prejuicios que llevaba con la misma antes de darle la oportunidad que se merece. Pues es un libro precuela que se sitúa entre los dos primeros compendios de relatos, El último deseo y La espada del destino, que dan comienzo a la saga del brujo. Lanzada a la par que el videojuego The Witcher 3, todo hacía prever que su publicación tendería más hacia lo comercial que otra cosa. Nada más lejos de la realidad, Estación de tormentas está a la altura del resto y la catalogo como imprescindible para los amantes de la obra de Sapkowski.

Estación de tormentas es puro Geralt de Rivia. Es una novela donde acompañamos al brujo en su totalidad, mientras que en las distintas entregas observábamos un reparto coral, e incluso echamos de menos a Geralt, aquí encontraremos aspectos esenciales de su mitología, como la mística de las distintas espadas o la transformación de los brujos. Además de un relato mordaz, de diálogos punzantes y personajes malencarados que le otorgan un envidiable ritmo a la narración. Marca de la casa.

Sapkowski tenía algo más que contar, por eso Estación de tormentas está más que justificada y es esencial para los amantes de la saga. Nos regala una precuela que es puro disfrute, aventuras y desventuras de nuestro amigo Geralt, donde es el cabeza de cartel y eso nos encanta. Una novela autoconclusiva incrustada entre los libros de relatos, con gran desarrollo narrativo y todos los elementos que hacen de The Witcher una de las sagas referentes en la fantasía medieval.