Divertida y entretenida. Jane Austen sabe como ambientar sus novelas para trasladarnos a su época con solo leer dos líneas. En este caso tenemos a Emma, una joven que no piensa en casarse nunca, sin embargo toma el papel de Celestina para arreglar la vida de las personas que la rodean. Esto ocasiona ciertos enredos y confusiones porque los sentimientos, muchas veces, no pueden manipularse al antojo de una persona y Emma tendrá que aprender que la vida puede sorprender de formas inesperadas.
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