En esta historia conoceremos a Diego, quien tras muchos años sin volver a su pueblo a raíz de la desaparición de su novia, un caso que nunca se llegó a resolver, vuelve tras la extraña muerte de un antiguo miembro de su banda de rock. Nada es como antes, todos han cambiado y la relación que había entre los antiguos amigos ahora es complicada. Además todo apunta a que la muerte de su amigo no fue un accidente y que todo puede llegar a estar relacionado con la desaparición de Lorea veinte años atras. Nos encontramos con una historia muy adictiva y ágil a pesar de su extensión. Una trama llena de misterio y suspense que te va atrapando y haciéndote sospechar de todo y de todos, personajes bien creados y varias subtramas muy bien hiladas que le van sumando interés a la historia. Al igual que en la primera novela que leí del autor, La última noche en Tremore Beach, no me vi venir nada, hasta que todo se desvela y va empezando a encajar no sabía como acabaría todo. En definitiva, una historia adictiva e intrigante que he disfrutado mucho y que me deja con ganas de leer más al autor. |