Palabras Radiantes

AVISO: esta reseña contiene spoilers de la saga El Archivo de las Tormentas. En esta saga de fantasía acompañamos a sus personajes en un mundo en el que nada es lo que parece, las leyendas renacen y el mundo parece llegar a su inevitable final. Sólo nuestros protagonistas podrán luchar contra el mal que acecha y traer de nuevo la radiante luz a su universo.

Los Caballeros Radiantes deben volver a alzarse. Los antiguos juramentos por fin se han pronunciado. Los hombres buscan lo que se perdió. Temo que la búsqueda los destruya. Es la naturaleza de la magia. Un alma rota tiene grietas donde puede colarse algo más. Las potencias, los poderes de la creación misma, pueden abrazar un alma rota, pero también pueden ampliar sus fisuras.

En línea con El camino de los reyes, este libro no deja de sentirse como el principio del camino, pero sigue una estructura “más Sanderson”. La trama avanza despacio alternando entre los distintos personajes, construyendo poco a poco un panorama inmenso lleno de juegos de palabras y misterios. Por fin, las historias de los protagonistas se entrelazan y comienzan a conocerse, estoy deseando conocer cómo continúan evolucionando sus relaciones porque parece haber más de lo que puede aparentar.

En este libro pienso que Kaladin y Shallan se lucen como personajes, sin desmerecer a Dalinar y Adolin, que también tienen un peso narrativo importante. Kaladin se muestra incluso más perdido que en el primer libro, busca hacer lo correcto, pero en ocasiones esto no es fácil y muchas opciones pueden parecer acertadas sin llegar a serlos. Ver sus dudas y su turbación lo hacen muy humano y te acercan aún más a un personaje lleno de capas y que te emociona a cada página. Por su parte, Shallan se luce demostrando su inteligencia y lo decidida que puede llegar a ser, aunque sigue dudando y la sombra de Jasnah sigue sobre ella, su evolución me ha sorprendido muchísimo y la ha convertido en un personaje principal muy interesante. Además, conocer más de su pasado hace que la puedas comprender mucho mejor y entender un poco más cómo ha llegado a ser quién es.

En definitiva, Sanderson no decepciona en una obra que es como una montaña rusa de emociones, con un final apoteósico que sólo te deja con ganas del siguiente libro. Con este autor, 1000 páginas saben a muy poco.

Irbis.