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Dos de las principales razones por las que no acostumbro leer sagas son porque muchas de ellas se me antojan repetitivas y muy susceptibles de disminuir su calidad conforme van avanzando. Con esto, ya podrán imaginarse el recelo con el que abordo la segunda parte de una serie, pues para mí aquel es un momento decisivo, en el que o me termino de enganchar con la historia, o la abandono de forma irremediable. Pues bien, en este caso, sucedió que con “Estelar” acabé de enamorarme de Skyward, y no puedo hacer otra cosa que anhelar que se publique el tercer libro. Si bien, la primera parte me gustó, como les dije cuando les hablé de ella, las batallas espaciales no son lo mío, por lo que por más bien narradas que estas se encontrasen allí, al final concluyeron por agotarme y por predisponerme un poco en contra de esta entrega. Empero, para mi fortuna, el presente libro, aunque no deja de lado los enfrentamientos bélicos, va más por otros derroteros. En esta ocasión, Spensa comienza enterándose de un oscuro secreto que habría llevado a la humanidad al borde de la extinción, el cual tiene que ver con su poder citogénico y con las presencias que la observan cuando lo emplea. Sin embargo, aun no termina de encajar todas las piezas, cuando una alienígena llega a Detritus y Spensa suplanta su identidad para robar una nave a sus enemigos: los krells. Esto, yéndose solo con M-Bot al planeta en el que dichos seres habitan. Si en el primer libro Sanderson nos da lecciones acerca de la amistad y la valentía, en este nos hace reflexionar acerca del reconocimiento del otro, la aceptación de las diferencias y la comprensión de aquello que llamamos “humanidad”. Lo que más me ha gustado es el giro radical que hacia la segunda parte tiene la historia, y es que, con el cambio de planeta, entran en juego nuevas razas, nuevas motivaciones, nuevas conspiraciones y, como no podría ser de otra manera, una nueva Spensa que se va volviendo más sabia, sosegada y precavida. Una continuación que no solo está a la altura del primer libro, sino que, a mi parecer, lo supera. Puntuación: 4.5/5 |
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