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Elantris, antaño ciudad de dioses, ha quedado reducida a una suerte de ciudad fantasma maldita cuyas calles pueblan aquellos golpeados por la Shaod, una especie de muertos en vida. Sus puertas sólo se abren para encerrar en sus murallas a los nuevos elantrinos, y esta vez ha sido el turno del príncipe Raoden, quien ha pasado de estar a punto de contraer matrimonio con Sarene de Teod e iniciar una nueva etapa de su vida a que todo le sea arrebatado en cuestión de minutos. Nos encontramos con un relato fantástico muy diferente de la fantasía clásica, rupturista, ya que en palabras de su autor "la auténtica magia reside en los personajes y en la emoción". A lo largo de sus páginas nos vemos inmersos en una trama político-religiosa, donde los misterios se van planteando de un modo lineal, dejándonos con ganas de seguir leyendo para poder llegar al culmen de la historia y conocer la verdad. Es por tanto una obra muy humana, caracterizada por unos personajes fuertes, decididos a luchar por sus ideales y que nos enseñan el precio del poder y el conocimiento. El sistema de magia me ha parecido muy original, si bien queda aún mucho por descubrir, es increíble cómo Sanderson lo describe todo de un modo detallado de forma que te hace partícipe e incluso te sientes capaz de poder usar la magia desde casa. También me ha sorprendido mucho el ritmo narrativo, pausado a lo largo de la novela pero frenético en su parte final, mostrándonos que no podemos dar nada por sentado. Y por si fuera poco, en esta décima edición se incluye contenido inédito como escenas eliminadas, un apéndice con información sobre la AonDor ¡y mapas a color! (Esto último posiblemente aparezca en ediciones anteriores en tapa dura, pero me encantan y no podía obviarlos). Lo que convierte la ya de por sí grata experiencia de leer a Sanderson en algo para recordar :) |
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