El guardián entre el centeno

En el guardián entre el centeno se nos muestra la historia (en tan solo dos días) de Holden Caulfield, un joven que se encuentra en el paso de la adolescencia a la madurez. Una etapa de la existencia humana compleja que a veces encuentra dificultades, como en el caso de Holden, caminando entre el deseo y el temor a la madurez combinado con la ilusión de aferrarse a su visión idealizada de la infancia.

Durante el transcurso de esta fantástica novela encontramos una atrapante historia, pues está narrada en primera persona por el protagonista, y junto a él, seguimos los pasos de Caulfield a través de decenas de encuentros con taxistas, monjas, turistas, proxenetas, ex compañeros de clase y muchos otros, a veces parece que incluso el propio lector le acompaña o está junto a él como un personaje más, como si fuese un mero espectador que merodea por allí de casualidad.

Se podría decir que Caulfield tiene poco sentido de su efecto en los demás y se niega a ajustarse a las normas sociales, fracasando en todos los intentos y adoptando una apariencia autoprotectora para protegerse del poco aprecio que tiene (siente) con el mundo.

En este baile afectivo e íntimo, Holden parece querer desprenderse de los demás, sobre todo del concepto que tiene de cómo se comportan y son los adultos, aunque sus encuentros con otras personas, generalmente, terminan por su rechazo a los otros porque se comporta de manera inmadura, se complace en comportamientos extravagantes y suele tomar decisiones inapropiadas, hasta que otras personas se confunden o terminan enfadadas con él. Ya decíamos, el paso de la adolescencia a la madurez puede ser bastante traumático.

Me gusta muchísimo el protagonista, Holden, porque pienso que es un adolescente inteligente rodeado y "atrapado" en un mundo de adultos donde cada uno de ellos tiene sus propias complejidades, y no sé cómo se las arreglan pero hacen confundir y hacer sentir peor al pobre Holden, tanta incomprensión, tanta hipocresía, falsedad, etc...y lo único que consiguen en sus falsos intentos por "ayudar" confundirlo más, hacerle sentir más solo y deprimido y desde luego que no se paran a pensar en cómo debe de sentirse él, solo se quedan con lo superficial, en su juventud, que sí que lo es, pero solo porque tiene 17 años pero tiene más madurez que los adultos con los que se van encontrando porque esos sí que están fatal de verdad.

El guardián entre el centeno es un libro atemporal que puede leerse a cualquier edad, y siempre se interpretará de manera diferente. Siempre nos enseñará algo nuevo porque, a medida que crecemos, entendemos más y más del mundo que a Holden le desagrada tanto. Por lo tanto, es una historia que nos ayuda a darnos cuenta de lo mucho que somos capaces de crecer y madurar.

Es un libro que no llega a las trescientas páginas, fácil de leer, con un lenguaje sencillo y muy coloquial, que te atrapará desde la primera página porque te das cuenta de que Holden te engancha con su historia y la forma de ver la vida, cuánto menos te hará pensar y reflexionar, tiene momentos en los que uno se siente frustrado o desesperanzado al igual que el protagonista, la novela llega a transmitir eso en muchos momentos, desde luego que es fácil empatizar con Holden y con todo lo que se pasa en solo dos días.