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Poniendo en contexto esta obra de Salinger se entiende la censura y la controversia que causó desde que vio la luz en 1951. En ella se nos narran las peripecias de Holden Caulfield, un adolescente norteamericano de dieciséis años al que expulsan del colegio y que emprenderá un pequeño viaje por las calles de la ciudad de Nueva York enfrentándose a diferentes situaciones y personajes. La narración en primera persona nos hace partícipes en todo momento de los pensamientos y la visión del mundo del protagonista. Se utiliza un lenguaje directo, provocador y explícito y se tratan temas como la sexualidad, la ansiedad o la delincuencia sin ningún tipo de filtro, lo que la convirtió en una novela polémica desde el principio. La obra refleja a esa gran parte de adolescentes que no consiguen encajar o adaptarse al sistema y que vagan perdidos en ese trance previo a la adultez, marcados por la rebeldía y el descubrimiento interno. El tema me resulta muy interesante pero mi principal problema con el libro es que en mi opinión está terriblemente mal ejecutado. El protagonista es un personaje odioso con el que es muy difícil empatizar, y aunque es el objetivo del autor, eso tampoco ayuda. No consigo conectar con la aparente profundidad del discurso de Holden. Su desarrollo y la repetitiva estructura solo me han despertado aburrimiento e irritación. Entiendo que jóvenes puedan verse reflejados en este antihéroe; posiblemente es un libro que hubiera disfrutado más si lo hubiera leído hace bastantes años, pero tras haberlo hecho ahora no creo que sea ese libro tan interesante que parece y nos han dicho ser. Por todo esto y otros motivos, ha sido una lectura decepcionante y que no me ha aportado nada positivo. Me posiciono en el bando de los que creen que es una obra sobrevalorada. |
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