Cuando era pequeña no entendía porque le daban tanta importancia a un libro de fantasía, pero supongo que mi mente no tenia la suficiente madurez como para saber valorar un buen libro. Me agrada que cada vez que lo leo puede tener un significado diferente, depende de mi estado de humor. Puedo odiar al principito, puedo odiar a la rosa y puedo simplemente suspirar de satisfacción con el final. |