Impresionante. Me encanta el recorrido que hace el Principito, descubriendo mundos con normas y valores de lo más peculiares. Es una forma muy curiosa de mostrar lo que sucede cuando ciertos rasgos humanos se exageran. El Principito, desde su aparente inocencia, hace preguntas fascinantes, que derriban los estúpidos pilares que sostienen los problemas de la gente que conoce. Es una joya que ofrece escenas y citas inolvidables. ¡Chapeau! |