Leyendo Marina me he sentido como cuando vemos vídeos de Messi o de cualquier figura del deporte con 15 años. En ellos se suele ver la magia de lo que van a llegar a convertirse con el paso del tiempo. En Marina veo las columnas de Ruiz-Zafón, su impronta, cómo se va elevando... La tetralogía de El cementerio de los libros olvidados se convertiría años después en su majestuoso templo. Marina dice que solo recordamos lo que nunca sucedió. No seré yo quien la contradiga, pero esta lectura sucedió... y la recordaré. Por supuesto que la recordaré 😍. |