Segunda novela que leo de este autor y también de la trilogía que inicié a primeros de año. Reconozco que en este libro me costó un poco sumergirme, leía, pero es como si me resultara repetitivo. No sé, una sensación difícil de explicar. Pero llegó un momento, hizo click y no podía dejar de leer, enganchada a los pasos de los protagonistas, al avance de la investigación, al por qué de los motivos que llevan al asesino a actuar. ¿Voy a por la tercera parte? Sin duda. El inspector Valdés me tiene enganchada y eso que a veces actúa más como un novato que como un experto policía. Tiene un carácter aniñado que hace que se le coja aprecio y se le quiera acompañar en esta labor.
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