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Aquí comenzó la magia, y de qué manera. Harry era un niño corriente, huérfano, que vivía con sus odiosos tíos y su primo Dudley hasta que una noche, en su cumpleaños, recibió la visita de Hagrid para hacerle entrega de... ¡Una carta de Hogwarts! La escuela de magia y hechicería, donde aprendería a convertirse en un mago tal y como hicieran sus padres. Maravillado ante tal descubrimiento, el muchacho acude a comprar su material escolar y comienza a conocer a otros de los alumnos con los que compartirá año escolar, entre ellos, sus futuros mejores amigos: Ron Weasley, un muchacho pelirrojo procedente de una humilde familia de magos, y Hermione Granger, una sabionda muy estudiosa adicta a los libros y de padres muggle, es decir, no-magos. Juntos presenciarán unos extraños sucesos dentro de la escuela que parecen insinuar el retorno del mago más tenebroso de todos, y sospechan que algún profesor no es tan bueno como dice ser. Así, encadenando pistas y salvando peligros, descubrirán la exitencia de una piedra capaz de conceder la inmortalidad, la llamada piedra filosofal. Con ella en su poder, el mago que no debe ser nombrado podría volver a alzarse. ¡Deben impedirlo! Aunque para ello arriesguen sus propias vidas. Una historia mágica como pocas, de las que hacen que los niños se vuelvan completamente adictos a la lectura. No puedes soltarla. Es un completo acierto y una delicia de principio a fin. 100% recomendable tanto para niños como para adultos con un lado eternamente joven. |
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