Harry Potter y la Orden del Fénix

Si tuviera que elegir el libro que menos me gusta de toda la saga sería este. Esto no quiere decir que sea un libro malo, ni mucho menos, simplemente es que en comparación con los demás siempre me pareció el más flojo. En esta nueva relectura he vuelto a corrobar lo mismo y no sabría explicar muy bien la razón. Quizás porque es más pausado, tarda más en haber acción, nos muestra la vida estudiantil en Hogwarts o porque aparece uno de los peores personajes que me he echado a la cara: Umbridge, una mujer despreciable.

Como he dicho esto no significa que no me haya gustado. El libro está al nivel de la saga y se disfruta muchísimo. De hecho me mantuvo enganchada de principio a fin. Siempre me ha resultado increíble que llevemos cinco libros y sigamos descubriendo cosas del mundo mágico, como es el caso del Ministerio de Magia o el Hospital San Mungo. Además me gusta mucho que los libros muestren que los protagonistas son estudiantes y deben lidiar con los problemas de la trama ¡y con los exámenes!

La historia se vuelve cada vez más y más oscura y el final de este libro me parece desgarrador y pasan ciertas cosas que aún no he superado. Siempre me dejará ese vacío. También tiene humor y alegría, además de presentarnos a Harry en su peor momento. Muchas personas lo odiaron en este libro y, aunque es cierto que su comportamiento es bastante cuestionable en más de una ocasión, no deja de ser un adolescente desbordado por los acontecimientos y estalla contra todo y todos. Eso es algo que siempre me encantará de la obra, los personajes no son perfectos. Son humanos y cometen fallos como todos nosotros.

Por ello, aunque este libro no sea mi favorito de la saga, siempre disfrutaré con él y me parecerá un libro magnífico.