Harry Potter y el cáliz de fuego

La saga de Harry Potter llega a su ecuador con un volumen que lo cambia todo en esta historia. Todo lo que hemos visto en los tres libros anteriores se queda en un juego de niños con lo que vemos al final de este. Personalmente me da mucha pena que este libro sea solo mi tercer favorito de la saga, me parece un puesto que no hace para nada justicia a esta maravilla dentro de mis propias preferencias personales, pero es que “La Orden del Fénix” y “El Prisionero de Azkaban” son también libros buenisimos.

Ya desde el inicio este cuarto volumen de la saga demuestra que va a ser diferente a todo lo que conocemos. Pero esa no es la única diferencia que vamos a ver entre este libro y los anteriores: el desarrollo se da de una manera muy diferente a lo que hemos visto antes, y la propia trama no tiene nada que ver con ninguno de los libros que ya hemos leído del niño mago más famoso de todos los tiempos. Ni siquiera hay partidos de Quidditch, exceptuando los que veremos en el propio mundial con el que inicia esta historia. Ahora toda la trama gira entorno al Torneo de los Tres Magos, una competición entre tres escuelas de magia europeas, todo lo cual nos permitirá ahondar y saber mas sobre el mundo mágico no solo en Gran Bretaña, también en el resto de Europa y conocer a una serie de nuevos personajes que van a enriquecer mucho el argumento . Quizás una de las grandes pegas que pueda ponerle a esta novela es que muchos de estos personajes acaban demasiado desdibujados, te queda la impresión de que podían haber aportado más a la historia. El torneo absorbe la mayor parte de la trama, mientras que la sensación de peligro e incertidumbre van aumentando progresivamente capítulo a capítulo. Además la propia forma de escribir de Rowling se vuelve mucho más madura y oscura, dejándonos claro que la historia ha avanzado a otro nivel, muy diferente de los aire inocentes y de descubrimiento que impregnaban el primer libro “La Piedra Filosofal”, donde todo parecía más fácil y encantador.

En percibir esto influye mucho el cambio que se da en el trio protagonista, Harry, Ron y Hermione. Si hay algo que me guste especialmente de todos los libros es ver como las personalidades de estos personajes van perfilándose y evolucionando a lo largo de la serie, y como también acaba definiéndose la relación entre ellos tres. Creo que este es el libro en el que más fácil me resulta empatizar con el personaje de Harry, por todo lo que pasa y todo lo que siente. Hay muchos momentos en los que la autora logra introducirnos totalmente en su estado anímico, consiguiendo que muchas veces que podamos compartir y entender todo lo que le pasa por la mente y sufriendo con él en la primera parte de la novela, donde es imposible no compadecerle. al personaje de Ron se le critica mucho en este libro, pero creo que de los tres amigos es el más humano. Si, la caga en este libro con Harry, no es justo con él. Pero creo que después de tres libros de amistad inquebrantable y leal, su disputa le da a su relación otro aire y la hace evolucionar. Además que lo que hace y siente Ron es de lo más normal, no es fácil ni agradable vivir eclipsado por la sombra del gran Harry Potter, y menos cuando se tiene catorce años. Respecto a Hermione, no solo me quedo con su papel como soporte para sus amigos. Debo decir que en esta relectura he valorado mucho su trama con el P. E. D. D. O y su lucha por los derechos de los elfos domesticos. Cuando era más pequeña me parecía que no aportaba nada a la novela, y que se ponía muy estresante y pesada con el tema, pero ahora más adulta me doy cuenta de que lo que hace es muy admirable, y demuestra una comprensión del mundo mágico mas profunda y más justa que la de la inmensa mayoría del resto de los personajes, además de dar al libro un contexto reivindicativo muy interesante.

“Harry Potter y el Cáliz de Fuego” es una lectura que supone una autentica odisea emocional. En sus páginas he vivido de todo, y están plagadas de momentos divertidos, luminosos, emocionantes, tristes, crueles y emotivos. Nos reencontramos con viejos conocidod ( Dobby !!) y conocemos a nuevos personajes esenciales para la historia y que no dejan para nada indiferente. Casi no hay descanso, todo es un viaje increíble y adictivo con el que J. K. Rowling lleva al lector a un impactante y tenebroso final que le deja con el corazón en vilo. En muchas reseñas leo que la oscuridad llega a esta saga con el quinto libro, pero sincera y firmemente creo que la oscuridad ha empezado a extenderse en este tomo, para ir incresendo a lo largo del mismo, y definirse y asentarse hacia el final, con esos capítulos en el cementerio en los que lo que más teme Harry, y también el lector, se cumple. Y una vez más, con un giro de tuerca inesperado y que te deja al borde de la taticardia, Rowling nos demuestra sus grandes habilidades como narradora, la forma en que maneja y une todos los elementos y a todos los personajes de la historia sin dejar nada al azar.