Lo mejor que podemos hacer por nosotros y por este libro es llegar a el sin pensar en lo bueno que puede ser. Hay que disfrutar de la pluma del autor, hay que ir sufriendo y marchitandonos con los personajes. Es uno de esos libros que no pude soltar, pasaban tantas cosas que dejar la lectura al final fe un capítulo... implicaba irme a dormir con preguntas existenciales. Los personajes a veces sientes que le falta sustancia, pero hay que entender que es el primero de una trilogía, por lo que debemos de darle el beneficio de que nos deje con algunas inquietudes y vacios que pueden resultar molestos. |