Leyendo esta novela recordé que nunca termine El nombre del viento, también de Patrick Rothfuss, porque me aburrí un montón. Un estilo pomposo y relamido, prosa llena de artificio, redundante, que intenta ser "mágica" y solo es afectada y aburrida. |
Leyendo esta novela recordé que nunca termine El nombre del viento, también de Patrick Rothfuss, porque me aburrí un montón. Un estilo pomposo y relamido, prosa llena de artificio, redundante, que intenta ser "mágica" y solo es afectada y aburrida. |