Un libro clásico. Joseph Roth nos describe los años anteriores a la desaparición del Imperio Austrohúngaro de la mano de tres generaciones de una misma familia. El tiempo parecía que no existía. Cada gesto, dicho, costumbre o rito eran siempre los mismos y se representaban de la misma manera. Hasta que, de repente, lo que estaba cociéndose debajo de esa pantalla de inmutabilidad estalló, y ya nada iba a ser lo mismo. Esta novela del austriaco Joseph Roth se complementa perfectamente con el libro de memorias de su amigo vienés Stefan Zweig El mundo de ayer. Totalmente recomendable.
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