Esperaba encontrarme un ensayo parecido a "La ridícula idea de no volver a verte". Pero claro, ese libro es una obra de arte. En este nos encontramos un ensayo con muchos datos sobre salud mental, sobre la delgada línea que separa la locura de la cordura. Nos habla de su propia experiencia, de la depresión, dejando claro que estar triste no es tener depresión. Utiliza muchas fuentes diferentes (la mayoría masculinas, cosa que por un lado al principio me disgustó pero luego entendí que la "locura" siempre se le ha señalado más a la mujer y ha podido ser una maniobra por parte de la autora para hacernos ver que esto no entiende de géneros). Me ha gustado, pero me esperaba algo más.
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