El peligro de estar cuerda

Hace ya tiempo que terminé este libro, pero si no he subido la reseña hasta ahora ha sido principalmente porque no sabía muy bien como hablar de él. Ha sido una de las mejores lecturas del año (y de la vida) y siento que cuente lo que cuente no le haré justicia, pero al mismo tiempo siento no puedo no hablar de él, así que he aquí mi humilde opinión.

En “El peligro de estar cuerda” Rosa Montero nos ofrece un análisis exhaustivo de la relación entre la locura y la creatividad, desde las relaciones menos “perjudiciales” hasta las más complejas y oscuras, en las que la obra del artista ha sido todo un éxito pero su vida personal ha estado marcada por la tragedia, la depresión y la incomprensión vital de un mundo que los aislaba, y por tanto se vieron en la necesidad de “construirse” su propia realidad para evadirse, para que sus atormentadas mentes encontraran un remanso de paz, y es que como dijo Pessoa: “Le existencia de la Literatura es la prueba evidente de que la vida no basta”.

Dentro de las páginas de este libro hay relatos que estremecen, como la vida de Sylvia Plath, una mujer con una vida marcada por la depresión, y que encontró en la literatura esa válvula de escape que aunque es un consuelo, algunas veces no es suficiente para mantenerse a flote. Pero además el libro va mucho más allá, ya que Rosa nos abre una ventana a su experiencia personal y vital, dándonos a conocer pequeños detalles y episodios de su vida marcados por esa sensación que todos hemos tenido alguna vez de que lo que nos está ocurriendo “no es normal”.

Pero, ¿qué es lo normal?” Nada lo es, y su vez lo es todo, ya que la normalidad no es más que una construcción social que varía según la evolución cultural de la sociedad. Por tanto, si en algún momento sientes “que algo no funciona bien dentro de tu cabeza” (como afirma Rosa al empezar el libro), te recomiendo que cojas este libro y lo leas, y si ya lo has leído, reléelo, porque en más de una ocasión te verás reflejado en él, y descubrirás (o recordarás) que ser “diferente” puede salvarte la vida.