Me ha hecho llorar, mucho, y sentirme muy comprendida en mis años de adolescencia y universitarios. He sido Marianne mucho tiempo, muy perdida en mi vida, solitaria, incomprendida, solo luchando por ser normal. Gracias a esta lectura, me he sentido más acompañada, he podido perdonar a esa adolescente que vagaba por los pasillos del instituto sin saber qué quería hacer con su vida y solo queriendo pasar desapercibida. |