La primera parte me encantó y, aunque en esta segunda al principio me costó entrar en la historia, es igual de recomendable. Conocemos mejor a los personajes, especialmente a Marina y a Leo, sobre todo la historia “oculta” de Leo que sigue quemando. La relación entre ambos resulta explosiva, más íntima que con Noah, quien, sin estar, está, y a lo largo de la trama y de todo lo que va sucediendo (videoclip, conciertos, boda, juicios, viaje a Italia…) se siente su energía. Una bonita bilogía. Sensible, humana, y con personajes de los que es inevitable encariñarse. |