En esta novela la autora nos transporta hasta Hawái, una ambientación, a mi parecer, poco común en las novelas. La historia comienza cuando aparece el cadáver de una mujer en la playa. Lo que hace el hallazgo más extraño es que la mujer lleva puesto un collar que desapareció hace 30 años. A partir de este momento, la detective Regan Reilly se verá involucrada en la resolución del caso. Detective privada que se encontraba en la isla para disfrutar de su último fin de semana de soltería con su amiga Kit. A pesar del misterio de esta muerte, la novela está plagada de personajes muy peculiares, lo que, junto al entorno paradisíaco, hace que sea una novela fresca y, en cierta medida, divertida. La novela se articula en 62 capítulos muy cortos, lo que hace que se lea de una forma muy ágil y rápida. No puedo decir que sea una gran novela, porque para mí no lo es, pero está bien para pasar unas tardes de verano al sol. |