Dioses de neón

Curiosamente, unos de los atractivos de este retelling de fantasía no es tanto la historia en sí, el enamoramiento de Hades y Perséfone, que ya lo tenemos un poco trillado últimamente, sino la ambientación urbana y nueva perspectiva que se da a los dioses. Una modernización que acerca esa idea de que «el mito explica la realidad», para acercarnos a la idea de las grandes corporaciones empresariales.
Así, nuestros dioses en realidad son cargos que controlan los diferentes sectores de la ciudad y que viven en una paz relativa gracias a un único enemigo, la ciudad baja al otro lado del río Estigia, los dominios de Hades, así también incorporamos a esa idea de multinacionales la representación de una sociedad desigual, con diferentes status en función del nivel adquisitivo y las relaciones con el poder. Una novela sociopolíticamente interesante, sí…
Recordemos a qué íbamos
Sin embargo, este planteamiento de wolrdbuilding que nos aleja del típico Romeo y Julieta y la propia historia de Hades y Perséfone, dándonos una perspectiva diferente de lo que es el panteón, se ve arrasado por la historia de los dos dioses. Laura, es que la novela iba de eso. Pues sí, pero veremos en qué sentido.
Perséfone huye de la vida de lujo, pero falsa, hipócrita y altamente peligrosa, que tiene con su madre y termina literalmente en los brazos de Hades. Este se nos presenta a nivel conceptual como el hombre del saco y a nivel del sistema social de la ciudad casi como un capo de la mafia que tiene aislado su lado de la ciudad. Sin embargo, como seguro que os esperaréis, esto no es así y se convierte en ese malvado protector de su gente que hace que veamos a Zeus (y, bueno, que lo es en la novela, vaya) como el gran tirano de las vidas del Olimpo.
Hasta aquí, aunque típico, la novela está muy bien, el sistema social y jerárquico está bien planteado y la narración tampoco se demora mucho en detalles, va directa al meollo del asunto. ¿Entonces?
Seguimos, Perséfone se nos presenta como una joven risueña y complaciente que realmente quiere huir de todo esto. Su llegada a la ciudad baja le permite escapar de las garras de Zeus, pero recordemos que su sueño es ser libre y aquí es donde empieza el momento crazy del asunto. Lógicamente, no es una muchacha risueña, sino una joven crítica que saca las garras para defender lo que quiere, menos ante este asilo político que Hades le ofrece, ya que su idea para poder salvarse del destino del matrimonio es *spoiler* mantener sexo con Hades a todas horas, en todos los sitios y delante de todo el mundo para que Zeus vea que ha sido «mancillada» y no quiera casarse con ella (es una genio) o dicho de otro modo,*spoiler* fingir una relación con el rey del bajo mundo para que Zeus renuncie a ella. Es decir cogemos la relación original, pero le damos esa explicación extra para que la relación tenga más sentido, pero esa Perséfone guerrera se aleja un poco de la trama.
El chasco
Y esto no sería un problema si los personajes no se perdieran, bajo mi punto de vista, en mitad del camino. Todos sabemos que existe ese motivo literario de que el amor hace al malvado bueno, pero es que en este caso cuando se nos desvelan las personalidades de ambos personajes el amor juega un papel testimonial en la relación, como ese algo al que hay que llegar porque es así como terminaba la historia original (que bueno esto también es discutible) y la parte interesante que podrían ser las partes políticas de toda este «montaje» se resuelven en dos capítulos mal contados y no tanto por lo que hacen ellos, sino por lo que les permiten el resto de personajes.
Creo que la novela se rinde mucho al salseo erótico festivo, que por otro lado os digo que para mí se queda a medio gas tal y como lo propone el libro, y desarrolla poco el extra que podría habernos dado un planteamiento de mundo si no original, al menos entretenido y contemporáneo.
Por ello no sé si recomendaros la novela, si queréis cuatrocientas páginas de erótica, puede valeros; si queréis una novela donde tengamos un retelling que actualice de alguna manera el mito y le dé un toque diferente, no os animo a ello. La parte positiva, se lee muy rápido.

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