Las niñas que soñaban con ser vistas

Un hecho espeluznante sacude España: la desaparición de Laura, a quien su hermano acercó al centro comercial, y no volvió a aparecer. Pablo, que escucha la noticia, no puede parar de recordar lo que sucedió cuando él era pequeño. Pasado que todavía no ha podido contar a su mujer, Lisi.

Pablo es un publicista que está apunto de dejar su trabajo para irse a vivir a Montpelliere con su mujer embarazada. Pero justo antes de abandonarlo, le llama el jefe de los jefes, y le hace una propuesta jugosa que no puede rechazar. Así que se ve durante los siguientes días en el txoko de la familia del señor Urdanegui, su jefe.

Vamos a ver la historia desde la perspectiva de Pablo, aunque de vez en cuando encontraremos un capítulo narrado por la desaparecida, en los que nos irá contando los pasos que fue dando desde el CC hasta que se halla su cadáver.

A todo esto, Pablo tiene una necesidad imperiosa de averiguar qué ha ocurrido con Laura. Esto le llevará a investigar y encontrar que no es el único caso de asesinatos espantosos, y a que todas, absolutamente todas las víctimas, tenían mucha actividad en RRSS.

Cuando empecé a leer el libro, lo único en que me podía fijar era en que se leía solo. al tener capítulos cortos, la sensación de que avanzas rápido no se separa de ti. Así que es de ágil lectura.

La historia está interesante, y ya, desde el primer momento necesitas saber qué ha ocurrido y por qué Laura hizo lo que hizo. Eso sí, es una historia escalofriante en cuanto empiezas a entender ciertas pistas y a conectarlas entre sí.

Los personajes que tenían que sobresalir lo han hecho, los secundarios no están por estar, y los escalofríos que he sentido son reales.

Pablo Rivero escribe de una manera muy contemporánea, dándole a un thriller (algo oscuro), ese toque de humanidad con el publicista y el amor que siente por su esposa.

Es una novela que he disfrutado mucho y que ha conseguido revolverme el estómago. Lastimosamente, la "moraleja" que vamos a encontrar aquí, en los tiempos que corren es real. Vivimos en una sociedad en la que necesitamos continuamente mostrar dónde, con quién, y qué estamos haciendo. Y aunque parezca algo sin ninguna importancia, nunca sabremos qué tipo de persona está siguiendo nuestro día a día.

3'2🌟