Lolo. Las lágrimas del vino

En primer lugar quiero agradecer a Masa Crítica y a Obrador Editorial por el envío del ejemplar.

Desgarradora, así describiría en una palabra esta historia. Ha conseguido engancharme de inicio a fin, manteniendo mis sentimientos a flor de piel constantemente.

Es la historia de Dolors, una mujer que siendo aún una niña, vive una dolorosa y traumática experiencia que la marcará para siempre.

Con quince años se ve obligada a dar a luz en un convento en el que menos ayuda, recibe de todo. le dicen que su bebé muere, nunca se lo enseñan y la duda le hace volver a enfrentarse a su pasado treinta años después.

La temática del libro de los niños robados y vendidos, y cuyos culpables quedan impunes es un tema que debería tener más visibilidad. Aún hoy, hay muchas madres como Dolors que siguen buscando a su bebé.

Es una historia basada en hechos reales, lo que hace que empatices con los personajes aún más. Ver el sufrimiento y todo lo que ha pasado esta mujer te hará llorar y sentir un profunda tristeza.

Es una historia de superación, de lucha, de reencontrarse con uno mismo y de darse cuenta que aunque las cicatrices sean profundas, si uno de verdad lo desea, puede superar lo que sea y seguir adelante.

Aunque debo reconocer que en ocasiones la trama se ralentiza, es un muy buen libro, con un final que no esperas y te aseguro que te sorprenderá.

En la adolescencia, Dolors huyó de su tierra por algo que sucedió. Por algo que la habían hecho y que, poco a poco, vamos conociendo a través de la lectura.

Años después Dolors, ahora Lolo, regresa con su amiga Arantxa para realizar un estudio para la organización de la denominación de origen Penedès. No es la adolescente que escapó de allí a través del Pirineo. Ahora es una mujer adulta, reconocida en su profesión, que se enfrentará a los fantasmas de ese pasado, a los recuerdos, al sufrimiento y a la rabia.

Una historia de dolor, no solo de la protagonista sino también de su familia de origen, que vivió el exilio de su padre a Francia cuando Dolors era pequeña y no pudo reencontrarse hasta muchos años después.

En esta novela, la autora, pone sobre la mesa una de las grandes injusticias de nuestro país y nuestra historia: los bebés robados. Una trama que operó hasta prácticamente los años 90 con total impunidad (las asociaciones cifran en 300.000 los bebés que fueron robados en España entre los años 1940 y 1990 y los delitos han prescrito por el paso de los años).

Acompañamos a Lolo a través de sus miedos, de la incertidumbre de conocer si su bebé está vivo o no, de su esfuerzo por enfrentarse al pasado y a quien le hizo daño para poder vivir el presente.

Como las lágrimas del vino, esas huellas que va dejando en la copa, las heridas de Lolo se convierten en cicatrices imborrables pero también le recuerdan quién es ahora y la suerte de haberse cruzado con personas como Arantxa, que más que una amiga es una hermana, o Philippe, que “salvó mi alma enseñándome a luchar por mi salud mental”.

Una historia que te sobrecoge, poniéndote en la piel de esas mujeres y familias que sufrieron el robo de sus bebés.

Más historias como estas necesitan ser contadas para que no caiga en el olvido lo que se ha vivido, las injusticias y crímenes que se han realizado.

Gracias a Carme Ripoll por escribirlo como lo ha escrito, con tanta sensibilidad y sin edulcorar la dureza del tema que trata.

Cuando comencé a leer este libro era totalmente ajena a la cuestión de fondo que trataba el mismo, los niños robados y adopciones irregulares en una época no tan lejana aquí en España. Teniendo de trasfondo estos hechos reales, se nos da a conocer la historia de ficción de Dolors y de Arantxa, dos jóvenes que, por distintos motivos, fueron madres adolescentes y vivieron de primera mano las injusticias de aquélla época. A través de ellas nos podemos imaginar su sufrimiento aunque he de decir que, a pesar de la dureza de la historia, es un libro con cuya lectura he disfrutado ya que no se recrea en el dramatismo sino en la superación y en que, a pesar de llevar a cuestas el equipaje del pasado, se puede soñar y tener una vida mejor. La historia de las protagonistas me ha tenido enganchada hasta el final y me ha gustado la forma en que la autora ha ido entrelazando el pasado y el presente de todos los personajes. También me ha parecido preciosa la portada del libro, la cual te predispone para que te adentres en sus páginas y en su trama. En definitiva, es un libro que me ha entretenido y que he disfrutado y cuyo título, tras leerlo, cobra todo su sentido...