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Aunque alguna vez habíamos oído hablar de esta autora, es cierto que no habíamos oído hablar de los libros de Las siete hermanas. Fue un día escuchando a dos compañeras de trabajo hablando sobre esta saga que nos picó la curiosidad. Y la sorpresa ha resultado ser muy agradable. En esta primera historia conoceremos a todas las hermanas de pasada, ya que nos centraremos en Maia, pero sí que nos hemos podido hacer una idea de la personalidad de cada una de ellas, y ya hemos encontrado a dos que, a priori, no son santo de nuestra devoción. Maia es un personaje que nos ha gustado mucho, y está muy bien construido. Vamos a ir conociéndola poco a poco a cada paso que da en su búsqueda por conocer sus orígenes, subtrama que nos ha hecho llorar, pero que no nos podía haber gustado más. La historia de los orígenes de Maia nos va a transportar al Río de Janeiro de los años 20, época en la que se construyó el Cristo Redentor, con el que Maia está directamente conectada. En esta subtrama ambientada en el pasado conoceremos a la bisabuela de nuestra protagonista. Ella tiene una historia que contarnos que es tanto o más impactante que la de la propia Maia, sobre todo debido a la época en la que vivió. No queremos desgranaros mucho sobre lo que sucede en esta época, ya que merece muchísimo la pena descubrir cada detalle por uno mismo. Aunque sí os podemos avanzar que los nombres de Heitor da Silva Costa y de Maximilian Paul Landowski tienen un componente muy importante. Es una historia que no deja indiferente, y que recomendamos leer con una caja de pañuelos al lado, por si acaso. Además, el final nos ha dejado con ganas de seguir leyendo la historia de las demás hermanas. |
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