Asesinato en Fleat House

Lucinda Riley escribió la novela hace varios años. Su hijo la rescató, tras el fallecimiento de su madre, e hizo que se publicase.

Nos trasladamos a Norfolk, Reino Unido, y al año 2005. Un estudiante de instituto aparece muerto en la residencia del internado, la policía tiene que averiguar si fue un accidente o hubo juego sucio. No será el único fallecimiento al que tendrán que enfrentarse.

Jazmine Hunter, de treinta y cuatro años, es una brillante inspectora del DIC. Debido a problemas personales abandona Londres para instalarse en el campo. Su jefe recurre a ella para investigar la muerte del muchacho, sobrino de un lord influyente.

Me ha gustado mucho Jazz. A pesar de salir huyendo de Londres, es resolutiva, le gusta ser policía y es muy buena en su trabajo. Está muy bien considerada por sus compañeros, que no dudan en apoyarla. La inspectora tendrá que investigar las muertes que se van sucediendo, a la vez que investiga el pasado de las víctimas y lidia con sus propios problemas familiares.

La investigación es muy interesante y toca varios temas. Hay romance, asesinatos, venganza, acoso escolar, amistad y amor familiar. La trama es consistente, está bien hilada y todo cobra sentido según avanzas en la lectura. Los personajes están bien definidos y me han gustado mucho, al igual que la ambientación. El hecho de que haya varias tramas relacionadas nos mantiene enganchados e interesados.

Ha sido mi primera obra de la autora, así que iba un poco a ciegas. El inicio no me estaba convenciendo demasiado, pero enseguida me enganché sin remedio. Es un libro muy adictivo y fácil de leer. Aunque sé que esta obra es diferente a las habituales de Lucinda, me he quedado con ganas de leer algo más de ella. Es muy probable que pruebe con alguno de sus libros independientes.

Os animo a leer la novela, tanto si sois habituales de la autora como si no. A mí me ha gustado mucho y os la recomiendo.