Solo un verano

Voy a empezar diciendo que me he divertido muchísimo leyendo estos libros, y creo que con eso ya he dicho mucho, porque sí, me han gustado, me han gustado mucho. Reconozco que lo primero que me llamó la atención fueron las portadas, que son preciosas y quedan estupendamente en mi estantería, pero bueno, vamos a lo que importa.

Estos libros nos cuentan la historia de Thiago y Dácil, que pasan del odio al amor y del amor al odio en cuestión de segundos. Las idas y venidas de estos dos son totalmente apoteósicas, llegando a extremos muy turbios con tal de hacerse la vida imposible el uno al otro. Ambos tienen una percepción distinta de como llegaron a odiarse, pero gracias a Airam, el hermano de Dácil, y su novia, apaciguarán ese odio y empezarán a entenderse. Aunque no todo serán rosas y bombones. Durante las más de mil páginas que suman los dos libros tendremos absolutamente de todo.

Además, a pesar de que Dácil y Thiago son los protagonistas, el resto de personajes que parecen también tienen historias paralelas, y eso es de agradecer porque le da a la historia una agilidad muy necesaria cuando son libros tan extensos. Y bueno, la familia de Dácil al completo es una auténtica locura que, a veces he odiado y la mayoría del tiempo me ha fascinado.

La narración es ágil, sencilla y coloquial, y la ambientación es preciosa. Casi toda la historia trascurre en Las Islas Canarias, asique ya os podéis hacer una idea.

Yo lo recomiendo sin dudarlo, y desde luego voy a volver a leer a la autora.