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Y sin embargo, allí estaban. A su derecha, Lola mantenía la vista fija en el ataúd lustroso como un enorme zapato embetunado. A pesar de la música, Mateo percibía ese rechinar de dientes que a veces lo despertaba por las noches.
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Y sin embargo, allí estaban. A su derecha, Lola mantenía la vista fija en el ataúd lustroso como un enorme zapato embetunado. A pesar de la música, Mateo percibía ese rechinar de dientes que a veces lo despertaba por las noches.
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Amalia y Nora no entendían la importancia de no saber. Tampoco la necesidad de callar lo que se sabe. Amalia parecía captar la amenaza oculta detrás de las medias verdades y las alusiones; las contemplaba desde cierta distancia. Nora, en cambio, sentía una atracción irrefrenable hacia el peligro que emanaba de los secretos y los encaraba sin protegerse.
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Marc siempre había fingido no darse cuenta de que muchas de las ideas importantes venían de ella. Lo fingía para sí mismo y por proteger la imagen paterna. Se había jurado a sí mismo que nunca mencionaría ese hecho. Ni en la más dura de las discusiones.
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Que el pasado siempre vuelve es un tópico y, como tantos tópicos, tiene un pie en la realidad.
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La mala conciencia, el motor de la mitad de los actos en una familia.
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A cada uno lo acompañaban sus propios fantasmas y todos compartían el poderoso fantasma de Nora, que habitaba en cada rincón. Silvia tenía razón. Algo sucedía en esa casa. Algo sucedía con ellos. No podían estar los unos sin los otros y a la vez se sentían siempre solos. Nora debió de sentir también esa soledad. |
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Resolver asuntos de otras personas, así conseguía olvidar los asuntos familiares.
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Hay tres fases habituales cuando alguien desaparece: sospecha, temor, certeza. Haber sido testigos en tantas ocasiones de cómo reaccionaban sus clientes no les ayudó cuando desapareció Nora. Igual que con la muerte, los duelos ajenos no preparan para los propios. |
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A cada uno los acompañaban sus propios fantasmas y todos compartían el poderoso fantasma de Nora, que habitaba en cada rincón. Silvia tenía razón. Algo sucedía en esa casa. Algo sucedía con ellos. No podían estar los unos sin los otros y a la vez se sentían siempre solos
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10 negritos