Al otro lado del valle: Diario de un inspector escolar en Yorkshire

Al otro lado del valle. Diario de un inspector escolar en Yorkshire es una novela encantadora. Aquí su autor, Gervase Phinn, nos narra sus aventuras en su primer año como inspector escolar.

Es una celebración de lo cotidiano, de que la vida diaria de cada uno de nosotros está llena de pequeños encuentros y anécdotas tontas pero memorables, de esas que te hacen el día y te sacan una sonrisa al recordarlas.

Es también una novela que ensalza el trabajo de los maestros y maestras, una profesión muy vocacional, especialmente de aquellos que residen en pequeños pueblos y aldeas donde conviven con niños que tal vez no compartan algunas características con sus pares de ciudad pero que demuestran tener especial sensibilidad por la naturaleza y muchos de ellos, además, resultan ser verdaderos expertos en razas y especies animales. Algo fascinante para un ignorante urbanita como Phinn.

No sé, puede que no sea una novela que te cambie la vida pero si te hace apreciar y dar cuenta de los pequeños placeres de la vida y que a menudo estos vienen dados gracias al encuentro y desencuentro con decenas de personas que no conoces pero que moldean el día a día.

Vamos, una historia muy disfrutona que te saca una sonrisa sin darte cuenta.

#AlOtroLadoDelValle de #GervasePhinn (1998) | @edicionesdelviento (2023)

Lectura de carácter ameno y muy agradable de leer, de las que dejan buenas sensaciones, y de las que no hay que esperar nada más allá de pasar un buen rato lector conociendo las peripecias e historias varias de un recién nombrado inspector escolar en el condado de Yorkshire, Gervase Phinn (que es el propio autor). Nos vamos junto a él a estos valles donde visitará distintas escuelas, y donde conocerá a multitud de alumnos/as (con los que no solo quedará asombrado él, también nosotros, ¡menudos personajillos algunos!); así como a profesores, directores, encargados de mantenimiento y administración, y personas que se encargan de que estos colegios funcionen de la mejor manera posible. Tendrá que tratar con personalidades algo complicadas, que franqueará como mejor pueda, así como con situaciones inesperadas que le provocarán bastante estrés, más del que de normal tiene con tanto trabajo. Pero se aprecia que lo de este inspector es de vocación, y aunque en ocasiones esté hasta arriba y con ansiedad, se observa el enorme disfrute e interés que siente desarrollando esta profesión que parece hecha para él. Nos vamos percatando de cómo se va enamorando de lo hallado en estos valles, de sus gentes y sus formas, de su aire y naturaleza, aunque no todos los centros presenten la imagen idílica y encantadora de otros. Iremos, como digo, de la mano de este inspector en sus quehaceres y en las mil y una pruebas que tendrá que ir pasando y de las que irá aprendiendo. Nuestro señor Phinn saldrá a la cancha dando lo mejor de sí siempre: algunas veces consigue salir mejor del embrollo, otras no tanto.

He disfrutado de esta novela, que cuenta con un estilo y lenguaje sencillos, con descripciones muy atrayentes y con un humor muy espontáneo y agradable —he reído con multitud de diálogos y situaciones en las que se ve inmerso este inspector y, en especial, con los niños/as de los que nos habla: ¡qué ocurrentes!—. Queda bien retratada esta profesión y estos valles.

Esta es la primera entrega de las experiencias de este inspector escolar, deseando conocer las siguientes.

¡Reseña completa en el blog! 👨🏻‍🏫
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No hay un título mejor que describa lo que nos vamos a encontrar en este libro tan bonito,las memorias de Gervase Phinn cuando llega al condado de Yorkshire recién nombrado inspector escolar.

He disfrutado muchísimo de la historia,una historia tranquila,reposada y sencilla, en la que no hay grandes giros ni una enrevesada trama. Sólo la experiencia de Phinn como inspector escolar durante su primer año de trabajo.


Un primer año de novedades.
Un nuevo trabajo poco glamuroso y mal pagado.
Un nuevo lugar del que al final del año se siente parte y que le ha fascinado hasta el punto de conocer las distintas variedades de animales, las expresiones locales o sus costumbres.
Unos habitantes maravillosos granjeros, profesores, directores... algunos realmente excéntricos
Nuevos compañeros tremendamente interesados por los niños y por su educación.
Y los niños... Su inocencia, su franqueza y su frescura se ven en todo momento y te hacen leer esta delicia con una sonrisa en los labios e incluso con alguna carcajada como por ejemplo cuando les está contando El cuento de Perico el conejo y los niños le explican la molestia que son los conejos para las cosechas. O cuando le explican las diferentes razas de ovejas. Cuando lo leáis lo entenderéis.

He disfrutado de la sencillez,amabilidad,dulzura y buena sensación que me ha dejado esta lectura que os recomiendo mucho para cualquier momento pero especialmente para cuando necesitemos evadirnos con una lectura sencilla que nos haga olvidar el día y día y llevarnos a un mundo tranquilo en el que lo sencillo y lo costumbrista te dejan una maravillosa sensación de de bienestar.




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