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Julia Quinn es para mí una de las reinas de la novela romántica. La descubrí muchísimo antes que se diera a conocer por la adaptación de Netflix de su serie Bridgerton. La serie a la que pertenece este libro, Smythe-Smith, sucede paralelamente a las historias de los hermanos Bridgerton y, en alguna ocasión, se les nombra aquí o allá y comparten algún personaje secundario. Aun así, se puede leer independientemente; ya que no hay ningún spoiler sobre la famosa serie. En este libro nos centramos en Sarah, aquella jovencita que debido a fingir una enfermedad para no tocar el piano desencadenó el inicio del anterior libro. Aunque sea una serie donde cada libro se centra en unos protagonistas, considero que hay que leerlos en orden, porque en este libro (y en el anterior) los sucesos ocurridos en el primero tienen una gran importancia. Sarah es una de las numerosas primas del protagonista del segundo libro, y pese al regreso de este, sigue culpando a Hugh de muchas de sus desdichas. Pero las circunstancias hacen que los dos se tengan que relacionar, aunque ninguno de los dos soporta al otro. Por su parte, Hugh se ha vuelto un hombre amargado y solo se culpa así mismo. Así que intenta alegarse lo máximo posible de la sociedad londinense, aunque Daniel no se lo permita. Es una historia divertida y con gran dosis de romanticismo. Los dos personajes me han encantado y, de momento, es el libro que más me ha gustado de toda la saga. Su historia se desarrolla en muy pocos días, pero más que suficiente para que los protagonistas se conozcan y despierten sentimientos. No es un amor a primera vista, se desarrolla lentamente, con pequeños detalles y momentos únicos e inolvidables. La parte divertida, como siempre, la ponen el resto de las jovencitas Smythe-Smith. Unas mujeres protegidas debido al poder de su familia, pero despiertas y capaces de hacer lo que sea la una por las otras. Como todos los libros de esta autora, lo recomiendo encarecidamente. No tiene la trama más original ni elaborada. Pero las novelas de Julia Quinn destacan por la profundidad de sus personajes y por sus diálogos. |
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