El vizconde que me amó

La familia Bridgerton es simplemente maravillosa y me enganchó sin remedio en la primera parte de la saga, por lo que me moría de ganas por descubrir otra de sus divertidas y románticas historias. Como ya os mencioné en la reseña anterior, son una familia muy unida y harían cualquier cosa los unos por los otros, algo de lo mas extraño en aquella época y sociedad. Pero los Bridgerton son una familia fuero de lo común, lo que la hace aún más especial. Anthony, el mayor de los ocho hermanos Bridgerton, era el que más unido estaba a su padre y al que más afectó su muerte. le dejó una huella imborrable que aún hoy sigue afectándole y dirigiendo su vida. Por lo que huye del amor a toda costa, lo que le lleva a huir de Kate como de la peste. Es una mujer con mucho carácter, honesta y leal, el tipo de persona de la que podría enamorarse y con la que podría ser feliz. Así que intenta evitarla. Y digo intenta porque ya sabemos que cuando el corazón manda... es inútil ignorarlo. La conexión que sienten, incluso cuando no se soportan, es tan potente que se atraen como imanes el uno al otro. Por lo que el matrimonio es un hecho. Anthony tendrá que luchar contra sus propios demonios para poder ser feliz al fin.

Kate ha aceptado que nunca se casará, dado que ningún hombre se fija en ella teniendo al lado la despampanante belleza de su hermana. Cuando Anthony muestra interés en su hermana, se niega en rotundo a esa relación. Pero a medida que va conociendo a Anthony y descubriendo al hombre que se esconde tras la reputación, se da cuenta de que no solo no puede oponerse a esta relación, sino que desearía que fuera con ella con quien tuviese dicha relación. Porque cada vez siente más y más por él y dado que él parece sentir lo mismo, la conexión entre ellos es difícil de ignorar. Cuando el matrimonio sea un hecho, Kate tendrá que luchar hasta lo indecible para conseguir ser feliz con su marido, ayudarle a dejar el pasado atrás.
Su relación en general ha sido muy bonita y dulce, con sus altibajos, dado que tienen ambos bastante carácter y orgullo, pero muy dulce, llena de momento de lo mas divertidos y originales.

Los personajes secundarios son tan geniales como los protagonistas. Destacar a los Bridgerton: Daphne y su marido Simon (protagonistas del primer libro), Benedict, Colin, Eloise, Francesca, Gregory, Hyacinth y la madre, Violet. Hay algún otro personaje secundario genial pero con menos protagonismo, en general todos son de lo mas divertidos y me he quedado con ganas de conocerlos mas.

Está narrado en tercera persona, centrándose en uno u otro protagonistas, de una forma cercana que hace de la lectura algo ameno y entretenido. La historia es muy bonita, romántica y apasionada, y nuevamente me ha sorprendido la manera en la que la ha desarrollado, un punto mas a su favor. Y eso, unido a unos diálogos ingeniosos y chispeantes, todo perfectamente dosificado y narrado, me mantuvo pegada a las páginas inevitablemente. La pluma de la autora, como ya os comenté, es ingeniosa, amena, elegante y muy divertida, hace de la lectura algo ligero y sencillo, y me ha gustado mucho. Obviamente, ha habido alguna cosilla puntual que no me ha gustado mucho, pero en general lo he disfrutado mucho.
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