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Leí este libro hace muchos años y lo recordaba como una historia divertida. He decidido leerlo de nuevo para refrescar mis recuerdos después de que haya salido la serie de Netflix. He de decir que el comienzo del libro es un poco pesado. La situación en la que se ve involucrada Daphne y la aparición de Simon podría ser divertida, sino fuera por lo que tarda en resolverse. Las conversaciones entre ambos se me han hecho forzadas, no fluían de manera natural y no desprendían la química que era de esperar. Es un libro ameno, con una trama diferente ya que los protagonistas deciden inventarse un cortejo que en realidad no existe. Las situaciones entre ambos son divertidas, pero sus momentos a solas carecen de la atracción que, en teoría, se supone que surge entre ellos. Todos sus diálogos me han sonado artificiales y poco espontáneos. Por otro lado, los hermanos de Daphne no me han parecido que se comportaran de la manera como se hacía en esa época, esa sobreprotección hacia su hermana me ha parecido excesiva y más teniendo en cuenta que pertenecen a la aristocracia. En general, el libro me ha gustado aunque lo recordaba mejor de lo que me ha parecido ahora. El trauma que arrastra el Duque es un poco débil en cuanto a la manera en que afecta a Daphne y su negativa a tener hijos. Lo que sí me ha encantado sobre Simon es su perseverancia y tenacidad a la hora de superar sus problemas. Creo que además de los diálogos que no me han convencido mucho, el comportamiento de algunos personajes no me ha parecido coherente con la época en la que se desarrolla el libro. Aunque es una lectura entretenida, que te arranca unas risas y el romance está presente en toda la novela, hay muchos otros romances históricos mejores que este. |
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