El duque y yo

Esta ha sido mi primera toma de contacto con la autora, y es que, si os digo la verdad, sus libros nunca me habían llamado en demasía. Hasta que empezaron a reeditar esta saga y posteriormente salió la serie de Netflix, todo el mundo estaba loco con ella y yo solo podía llevarme las manos a la cabeza y decir que hasta que no leyera los libros me negaba a empezarla. Para que os hagáis una idea, la saga está compuesta por ocho libros, más un libro que es un extra creo. También hay una saga que a sobre los orígenes, supongo que de generaciones anteriores, tampoco me he enterado mucho. El caso es que en la serie de Netflix, en la primera temporada, hay spoilers hasta del cuarto libro, por lo que me queda todavía trabajo por hacer antes de poder verla.
Lo que la apariencia del libro promete es, justamente, aquello que nos brinda. Frescura, humor y amor. Es un libro que se lee en nada, porque está lleno de momentos que te sacan sonrisas y hasta carcajadas, y diálogos fluidos y ávidos. Las conversaciones entre Daphne y Simon son geniales, porque se aprecia la tensión que hay entre ellos, en el buen sentido, siempre con una dosis de picardía y sarcasmo. Además, es muy fácil conectar con los personajes. Ya con el prólogo, que nos presenta la situación desoladora de la infancia de Simon, aka el duque de Hastings, nos llega a tocar el corazón, y hace que empaticemos con él desde el primer momento y comprendamos sus miedos, inseguridad, creencias y forma de actuar. Daphne también me ha parecido una joven muy simpática, que sabe tratar con hombres, por haber crecido en una familia numerosa, y a la vez es inteligente y bastante inocente. Es dulce, con un toque de locura, de esas personas que estaría bien tener como amiga.
Para mí lo mejor del libro ha sido la familia Bridgerton, en su conjunto. Los momentos protagonizados por varios de los hermanos son desternillantes y entrañables, porque todos se quieren mucho y se protegen. Siempre están ahí los unos para los otros, a pesar de ser muy diferentes entre sí. al que mejor conocemos es a Anthony, el mayor de los hermanos, que me ha gustado mucho, porque no para de demostrar el amor que siente por su hermana, aunque a veces se pase un poco de protector. Supongo que en la historia se le da más importancia porque, aparte de ser un antiguo amigo de Simon, va a ser el protagonista de la continuación, la cual estoy deseando leer. No solo los hermanos son geniales, sino también su madre, la cual parece un animal cazando a su presa para buscarle un buen marido a su hija, y lo hace porque quiere lo mejor para ella, como era típico de la época. Además, protagoniza momentos muy divertidos y da buenos tirones de oreja cuando es necesario.
Además, tenemos a nuestra Gossip Girl particular de la época: Lady Whistledown. Quién será esa mujer, estoy deseando saberlo. En su revista, publica cotilleos sobre las familias de la sociedad londinense, parece que tiene oídos en todas partes y cuenta siempre todo lo que sabe, sin pelos en la lengua. Muchos la critican, pero nadie se pierde un número de su revista. Me intriga su identidad, aunque algo me dice que todavía tendré que leer mucho antes de saber toda la información sobre ella.
Como veis, el libro me ha gustado mucho, al menos lo estaba haciendo, hasta que llegó a una parte concreta. A partir de ese momento, todo empezó a decaer más y más, de ahí que lo haya dejado en 3,5 estrellas, y me planteé ponerle menos, si os digo la verdad.
A partir de ese momento, que no me gusta la forma en la que se llegó a él, todo fue un poco montaña rusa. Creo que la autora se cargó un poco al personaje de Daphne, pues pasó a hacerla demasiado pesada con un mismo tema y de manera instantánea, no dejó tiempo a que ese tema cayera por su propio peso. Que entiendo que fuera el sueño de su vida, pero creo que también hay que respetar los deseos y los sueños de la persona con la que estás, y si no son compatibles, haberlo pensado antes. Además, una cosa es intentar hacerlo entrar en razón, y otra lo que llega a hacer... Creo que su manera de actuar en una determinada parte, ya acercándonos al final del libro, fue rastrera, egoísta y nos deja en muy mal lugar a las mujeres. Me enfadó muchísimo, de verdad. Una cosa así yo no la hubiera perdonado, así que a partir de ahí fue imposible que la pareja me gustara tanto como antes, porque ya las bases de la relación no estaban, que son la confianza y el respeto. Así que, a pesar de los buenos momentos que me ha regalado el libro, me quedé con mal sabor de boca de ahí en adelante. Sin embargo, haciendo una valoración global, disfruté de la lectura y tengo buen recuerdo, quitando esas partes, así que por eso lo dejo en que me ha gustado, pero esas cosas me han molestado mucho y me han impedido disfrutar al 100% del la lectura. Tampoco me hicieron ninguna gracia los apuntes machistas de los que está impregnado el libro, pero como es una lectura de época y, tristemente, la sociedad era así, es algo que está bien contextualizado, aunque no me guste ni pizca.

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