''Un carrito de camarera bien equipado es un milagro portátil de la higiene; es una máquina de limpiar con ruedas. Y, como ya he dicho, es una auténtica belleza''. He de confesar que cuando empecé a leer esta novela pensaba que iba a ser la típica novela de misterio en la que todo es predecible, pero me ha sorprendido mucho y para bien. Hoy en día es difícil encontrar una buena novela negra que te sorprenda y te mantenga en tensión. En este libro acompañamos a Molly una no tan común camarera de un hotel de lujo. Un día limpiando una de las habitaciones descubre el cadáver de un influyente empresario, y es aquí cuando empiezan los problemas para ella. A pesar de parecer una simple empleada que estaba haciendo su trabajo la policía tiene muchas sospechas de ella y su relación con el muerto. A partir de aquí acompañamos a Molly en esta trama en la que se ve envuelta casi sin querer. Pero la trama no gira solo en torno a la muerte de este personaje, sino que también en torno a la vida de nuestra protagonista, Molly Maid, una chica un tanto peculiar y con una vida nada fácil. Desde un primer momento es muy fácil simpatizar con ella, es un personaje que nos produce a los lectores una gran ternura. Además, el resto de personajes están también descritos de manera tierna y exhaustiva. Molly es uno de los personajes más tiernos que he leído en mucho tiempo. No es el típico libro de crímenes en el que con mucha sangre y asesinatos, es un subgénero más light pero que te engancha desde el primer momento. La narración y los personajes están muy bien descritos, y los giros de la trama la hacen rápida y trepidante. Sin duda un gran descubrimiento. |