En el Mundodisco todo el mundo sabe que el octavo hijo de un octavo hijo está destinado a ser mago. Pero... Qué pasa si en vez de un octavo hijo es una octava hija? Yaya Ceravieja lo tiene muy claro: las mujeres no pueden ser magos, al igual que los hombres no pueden ser brujas. Y hará todo lo posible por inculcar algo de brujería a Eskarina (octava hija) aunque sin mucho éxito y resignándose a acompañarla ella misma a la Universidad Invisible donde ninguna mujer a estudiado magia antes. Lograrán cambiar esta estricta regla? Terry Pratchett era un maestro disfrazando de comedia fantástica sus ácidas críticas sociales. En este caso, sobre la igualdad de derechos y la posición de la mujer en la sociedad. Desternillante desde la primera página, una vez más, el hombre del sombrero no me ha fallado y me ha hecho confirmar que sigue siendo uno de mis autores favoritos. No me cansaré de repetirlo, y es que HAY QUE LEER A TERRY PRATCHETT! |