Hace un par de años escuché el audiolibro de «El cuervo» y no me gustó y, con toda la fama que tiene, lo achaqué a que no me gustó la propia experiencia del audiolibro. Sin embargo, me ha pasado igual con este relato. En ningún momento me enganchó ni me contagió esa supuesta sensación de terror y oscuridad, y por lo general me conformo con poco con los libros de esta temática. Quizá simplemente no conecto con este autor, por mucho renombre que tenga.
|