La comedia de la olla

"Me estoy quejando de mi pobreza. Tengo una muchacha soltera ya mayor, sin dote y que no hay quien la case, lo que es yo no soy capaz de encontrarle una colocación" ~La comedia de la olla de Plauto.

La comedia de la olla es, como su nombre indica, una comedia teatral en cinco actos. Que no os eche para atrás el nombre del autor porque se lee muy bien y el único “traspiés” que tiene es el final pero que, aún así, es una obra que merece la pena leer.

Conocemos a un hombre pobre al que un día los dioses lo gratifican con una olla llena de oro. ¡Pobre! Y digo pobre porque a partir de ese momento su vida se convierte en un infierno. Solo vive para proteger esa olla, que nadie se la robe. Desconfía de todo el mundo, no deja que nadie entre en su casa y, lo peor, él no sale de ella tranquilo.

Este hombre tiene una hija que, víctima de una violación, está a punto de dar a luz. ¿Servirá la olla para darle a su hija una dote y así poder casarla? El enredo está servido porque el padre no sabe que está embarazada y nadie sabe que el hombre tiene dinero.

Entren y lean. No se arrepentirán.

Volvemos al teatro y está vez para adentrarnos en una comedia de la mano de Plauto, escrita nada más y nada menos que en el año 180 a.c. y aunque no se conserve su final, si se han recuperado fragmentos con los que se deja intuir, así que no os preocupéis que sin final no os quedaréis

Como decía la comedia está servida y el reír por no llorar es una de las moralejas que nos deja. Cuando no se tiene nada y nada se tiene, por no tener no se tiene ni miedo, lo malo es cuando se encuentra un pequeño tesoro y comienza a germinar la semilla de la avaricia y los recelos, cuando no importa nada más y solo el temor y la angustia ocupa el día a día 

Me ha parecido muy curioso como los actores interactúan con el público y lo hacen partícipe tanto de la trama como de sus monólogos interiores, un hecho que pensaba muy contemporáneo